jueves, 8 de octubre de 2009

CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Cancún, Quintana Roo, a 02 de Junio de 2009

Semana 1: Confrontación con la docencia

¿Cómo percibo mi docencia?


Es incuestionable a excepción que mis compañeros tengan una percepción diferente, que cuando recibimos nuestra carga horaria, programas de estudios, calendario oficial y demás documentación al inicio de un curso, lo primero que hacemos es revisar que tan cómodo esta nuestra semana, si tenemos horas de descanso y con cuantos días de suspensión oficial vamos contar, así como los días no oficiales pero que se prestan para que, como los más hábiles arquitectos construyamos el mayor número de puentes, como si fuéramos políticos que gozamos del reconocimiento popular por este tipo de acciones.

Sin embargo es prudente aclarar, que una cosa muy distinta es lo que pensamos y otra lo que en realidad demostramos en las aulas de clase, es como si existiera un choque interno de intereses, ya que en la práctica me desempeño de forma ética, profesional y responsable.

¿Cómo es un día normal de trabajo?
No puedo negar que en muchas ocasiones he deseado desde el momento de entrar a la escuela a las 7 de la mañana, el tan esperado timbre suene para que pase la primera hora y finalmente mi jornada de trabajo para poderme retirar.

En ocasiones estoy atento del grupo se me asignará, porque si resulta ser aquel que ningún profesor quiere, el que genera solo comentarios negativos, que con solo pensar y entrar al salón ya es de por si estresante, y por esa razón a falta de herramientas psicológicas - pedagógicas suele castigarse, marcar demasiada tarea aunque no esté estrictamente en el programa de estudios y al que en ocasiones me limito a dictarles o terminar la clase antes de tiempo para mantenerlos tranquilos.

¿Pero, que me motiva a seguir?
Irónicamente mi motor para seguir adelante son esos alumnos irreverentes, intranquilos, hiperactivos, con malos hábitos de comportamiento, que portan el uniforme de nuestra institución en forma incorrecta, con un vocabulario extremadamente coloquial, y es con el único afán de transmitirles la información, experiencias, vivencias, motivaciones, valores, ideales a fin de que no solo cumplan con obtener una calificación aprobatoria, sino que presenten un aprovechamiento escolar sobresaliente y con alto sentido humano con valores[1].

Soy un profesor que aplica pocas dinámicas grupales, es más solo aplico una al inicio del curso y muy estrictamente dirigida, ya que con la cantidad de alumnos por grupo estas prácticas suelen ser salirse de control, eliminando por completo el objetivo primordial, para pasar a ser una actividad de libertinaje, suelo ser serio de pocos comentarios en forma de chistes, interactuando poco con los alumnos fuero de mi horario oficial.

En contraste con lo inicialmente expuesto respecto a desear días inhábiles, en la práctica, mi fortaleza es que gozo de buena reputación entre mis alumnos, no falto a clases o cuando mucho dos horas por semestre por motivos de fuerza mayor, asisto puntalmente a la escuela, doy un soporte documental, práctico real a la teorías que imparto[2], conservo una buena imagen, el vocabulario, comportamiento y otros aspectos actitudinales son de trascendental importancia para mi.

Estoy convencido que la imagen que proyecta un docente es captada por los alumnos, es un modelo a seguir en muchas ocasiones, los muchachos que se logran identificar con el maestro tratan de seguir algunos aspectos.

¿Mi compromiso real como docente?
Ya en la práctica profesional mi objetivo de dar lo mejor de mí, que los alumnos se vean convencidos por el dominio del tema, cubrir el 100 % del contenido del programa con un respaldo práctico, es verdad que carezco de herramientas Psico – Pedagógicas, sin embargo tengo un actitud responsable, soy asertivo al momento de emitir y recibir opiniones, práctico la comunicación efectiva y crítica constructiva con mis grupos.

Puedo resumir la percepción de mi docencia de la siguiente manera:


Saber
Conocimientos
Cuento con conocimientos para impartir diversas materias.

Saber hacer
Procedimientos
Carezco de métodos pedagógicos, desconozco a fondo la reforma educativa.

Saber ser
Actitudes
Tengo una buena actitud dentro del salón de clases.



[1]Es importante aclarar que coincido con mis compañeros de grupo que han manifestado que la labor de un docente va más allá de preparar una clase de 50 minutos y pararse frente al grupo a hablar, dictar y cuestionar, un docente en mi perspectiva debe buscar los porqués del comportamiento de los alumnos, trasladarse a su medio económico, social, cultural y familiar, a fin de inculcarle una educación basada en valores e interactuar con las autoridades educativas a fin de detectar situaciones que requieran una atención especializada.
[2] El soporte documental y práctico que doy a mis teorías, son casos reales que se generan en mi desarrollo profesional como Director Administrativo de Protección Civil del H. Ayuntamiento de Benito Juárez, que refuerza las teorías estudiadas.

1 comentario:

  1. Hola Abraham.
    Quisiera reconocer tu honestidad en tu labor como docente. Es muy humano querer "escaparse" de las responsabilidades, sin embargo ahí están tus alumnos que te impulsan a ser mejor docente y a esforzarte por mejorar tus actividades.
    Muchas felicidades.

    ResponderEliminar